Astrofísicos
de la Universidad de Warwick, utilizando el telescopio espacial
Hubble, han descubierto cuatro enanas blancas que son como nuestro Sol
pero en su final, rodeadas del polvo proveniente
de planetas muy simililares con la composición de la Tierra.
La investigación, publicada en la revista Monthly
Notices de la Royal Astronomical Society, describe lo que dentro de miles de millones de años ocurrirá
en nuestro Sistema Solar si aún existe en ese momento.
La
pérdida de masa de la estrella muribunda hace que los planetas
cambien de ubicación y choquen entre ellos.
Los investigadores
han observado la estrella blanca PG0843 516 en
el mismo acto de tragarse el material del núcleo de un planeta
rocoso. La escena describe, en realidad, los restos
después de una destrucción
apocalíptica cósmica.