GIGANTES EN LA BIBLIA. LOS ANAKIM


Los gigantes biblicos pertencieron a los primeros pueblos que poblaron las tierras entre el Nilo al Eufrates y anteriores a la llegada de los  pueblos semitas. Son de la misma raza Nefilim, y todos sus nombres se traducen por "gigantes" El vocablo nefilín es un nombre misterioso que los traductores griegos de la Biblia Septuaginta identifican con la palabra "gigantes", pero también significan en algunos casos hombres fuertes y poderosos preparados para la guerra y en ocasiones sí eran israelitas, y no necesariamente nefilim.

La Biblia griega, comúnmente llamada Biblia Septuaginta o Biblia de los Setenta, fue traducida de textos hebreos y arameos más antiguos que las posteriores ediciones, Junto con la Biblia hebrea, constituye la base y la fuente del Antiguo Testamento de la gran mayoría de las Biblias cristiana.

ANAQUITAS (Anakim)

El nombre (anak = gigante) se explica en el Midrash con una indicación de que llevaban cadenas al cuello. Midrash en hebreo designa un método de interprestación de un texto bíblico, dirigido al estudio o investigación que facilite la comprensión de la Torá .Los también llamados anaceos fueron una tribu de gigantes del sur de Palestina (en la región de Canaan) que habitaba especialmente en la vecindad de Hebrón en tiempos de la invasión israelita del país. Caleb los expulsó del lugar.

Antiguo Testamento

Deuteronomio: 2:10 Los emitas habitaron en ella antes (en Ar), pueblo grande y numeroso, y alto como los hijos de Anac. 2:11 Por gigantes eran ellos tenidos también, como los hijos de Anac; y los moabitas los llaman emitas.

Josué: 15:13 Mas a Caleb hijo de Jefone dio su parte entre los hijos de Judá, conforme al mandamiento de Jehová a Josué; la ciudad de Quiriat-arba padre de Anac, que es Hebrón. 15:14 Y Caleb echó de allí a los tres hijos de Anac, a Sesai, Ahimán y Talmai, hijos de Anac.

Jueces:  1:20 Y dieron Hebrón a Caleb, como Moisés había dicho; y él arrojó de allí a los tres hijos de Anac.

Josué: 14:13 Josué entonces le bendijo, y dio a Caleb hijo de Jefone a Hebrón por heredad. 14:14 Por tanto, Hebrón vino a ser heredad de Caleb hijo de Jefone cenezeo, hasta hoy, por cuanto había seguido cumplidamente a Jehová Dios de Israel.  14:15 Mas el nombre de Hebrón fue antes Quiriat-arba; porque Arba fue un hombre grande entre los anaceos. Y la tierra descansó de la guerra.

21:11 Les dieron Quiriat-arba del padre de Anac, la cual es Hebrón, en el monte de Judá, con sus ejidos en sus contornos. 21:12 Mas el campo de la ciudad y sus aldeas dieron a Caleb hijo de Jefone, por posesión suya.

Sin embargo, quedaron en las ciudades de Gat, Gaza y Asdod:

Josué: 11:21 También en aquel tiempo vino Josué y destruyó a los anaceos de los montes de Hebrón, de Debir, de Anab, de todos los montes de Judá y de todos los montes de Israel; Josué los destruyó a ellos y a sus ciudades. 11:22 Ninguno de los anaceos quedó en la tierra de los hijos de Israel; solamente quedaron en Gaza, en Gat y en Asdod.

Anac, era hijo de un Refaíta, probablemente hijo de Arba, y sus hijos fueron Sesai, Aiman, y Talmai, cabezas de los clanes arameos. Estos nombres parecen ser arameos, pero su significado no es claro. Los Anakim fueron finalmente vencidos por Caleb.

Arba, en canáneo Arabah = héroe de Baal, fue el fundador de Beth Arabah (casa de Arba) y de la ciudad de Quiriat-Arba, que más tarde fue conocida como Hebrón, lugar donde se encontraron Isaac y Jacob, Génesis 35:27. Se cree por los relatos bíblicos, que fue el padre de los anaceos, pueblo de gigantes que habitaron en Canaán.
 
Habitantes preisraelitas de Canaán, cuya gran estatura impresionó a los espías enviados por Moisés a explorar el país.

Números: 13:22 Y subieron al Neguev y vinieron hasta Hebrón; y allí estaban Ahimán, Sesai y Talmai, hijos de Anac. Hebrón fue edificada siete años antes de Zoán en Egipto.

13:28 Mas el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fortificadas; y también vimos allí a los hijos de Anac.
13:32 Y hablaron mal entre los hijos de Israel, de la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga a sus moradores; y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de grande estatura. 13:33 También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos.

Estos se han comparado a los nefilín del Génesis: 6:4 Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre.

Fueron castigados con el Diluvio: 7:23 Así fue destruido todo ser que vivía sobre la faz de la tierra, desde el hombre hasta la bestia, los reptiles, y las aves del cielo; y fueron raídos de la tierra, y quedó solamente Noé, y los que con él estaban en el arca.

Los israelitas se encontrarán con esos anquitas (Deuteronomio 9:1 Oye, Israel: tú vas hoy a pasar el Jordán, para entrar a desposeer a naciones más numerosas y más poderosas que tú, ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo 9:2 un pueblo grande y alto, hijos de los anaceos, de los cuales tienes tú conocimiento, y has oído decir: ¿Quién se sostendrá delante de los hijos de Anac?

Refaítas y otros eminitas (Dt 2,10-11): el clan de Caleb ocupará la región de Hebrón (Jos 14,12-15; 15,13-14), donde eran especialmente numerosos según el relato de la primera patrulla enviada en misión de reconocimiento desde el desierto de Sin; finalmente Quiryat-Arbá, es decir la propia ciudad de Hebrón, que pasaba por ser la capital, se convertirá en una ciudad levítica, otorgada al clan de Quehat (Josué: 21,11: Ninguno de los anaceos quedó en la tierra de los hijos de Israel; solamente quedaron en Gaza, en Gat y en Asdod). Subsistirán algunos gérmenes de futuros Goliat (1Samuel 17,4) en las ciudades filisteas de la costa: Gaza, Gat, Adod (Jos 11,22).