EL REINO DE AGARTHA


Agartha es, según la tradición oriental, una ciudad o un reino constituido por numerosas galerías subterráneas extendidas por toda Asia y el mundo. La capital de este nuevo mundo subterráneo es Shambala, y se encontraría bajo el desierto de Gobi, y allí reinaría aún el Rey del nuevo mundo. 


El mito nos conduce hasta a la religión brahamánica; en el libro "El rey del mundo" (1927), del esoterista francés René Guénon enumera las tradiciones antiguas de una tierra santa por excelencia; localizada por milenios en muchos lugares verdaderos o legendarios (Atlántida, el castillo de Camelot, la isla de Ávalon, el Montsalvat de los mitos del rey Arturo, la mítica isla de Thule, etc.).

La denominación de Agartha y la descripción orgánica de su estructura comenzó a difundirse en el siglo XIX, gracias a los trabajos de Louis Jacolliot (el cuál habló por primera vez en Les fils de Dieu), Alexandre Saint-Yves d'Alveydre (que privilegia la dicción india Agartha a la mongola Agarthi), Ferdinand Ossendowskin o René Guénon

Ossendowski cita las palabras de un mongol según el cual Paradesha (nombre que le atribuyen tradiciones antiguas) fue fundado por el primer gurú (intermediario del deseo divino) alrededor del año 380.000 a. C., volviéndose subterráneo 6.000 años atrás. 


Para la ocultista Helena Blavatsky (1831–1891), Agartha, a la que ella denomina "logia blanca", se levanta sobre la isla del Mar (desierto) de Gobi donde, en tiempos remotos, aterrizaron los "Señores de la Llama", semi-dioses provenientes de Venus). Algunas corrientes esotéricas remontan su fundación hasta hace unos 15 millones de años. La idea de mundos subterráneos se pudo haber inspirado en creencias religiosas antiguas como el Hades, el Sheol y el Infierno.

En cambio según la teoría de la escritora Earlyne Chaney, hace varias eras, almas muy avanzadas vinieron a la Tierra desde otros planetas: Los llama anunnaki; su descendencia en la Tierra son los annu. Estos seres fueron quienes trajeron el «arca de la alianza» que fue usado como arma láser y como un mecanismo para el control de la gravedad para la elevación de la civilización de la Tierra. Los anunnaki y los annu ayudaron a construir las grandes civilizaciones de la Atlántida y Lemuria. Finalmente los Anunnaki se marcharon dejando a la Tierra en manos de los annu que se habían emparejado con terrícolas. Cuando el tiempo pasó, la Atlántida empezó a ser tomada por los Hijos de Belial, o la Hermandad Oscura.

Los Annu al darse cuenta que la destrucción de la Atlántida se acercaba, huyeron a otros países especialmente a Egipto. Ayudaron a construir las pirámides con sus arcas de la alianza, aunque también usaron estos instrumentos para perforar bajo tierra, construyendo túneles y ciudades subterráneas. Cuando el diluvio y el cambio de polos estaban a punto de destruir la Atlántida y Lemuria, los annu entraron en sus ciudades del interior de la Tierra a través de la Gran Pirámide. Después sellaron la pirámide impidiendo a los terrícolas descubrir sus pasajes subterráneos y manteniendo fuera las aguas de la inundación. 

Según el dr. Ferdinand Ossendowski:

El reino de Agharti tiene accesos distribuidos en el mundo entero (incluyendo al continente americano). En ese reino interior no existen el mal ni el crimen. Existen una serie de poblaciones o ciudades en el Agharti que rodean al lugar central. Allí mora el Rey del Mundo o Brahmatma, asistido por el Mahatma y el Mahanga, que predicen los acontecimientos mundiales y dirigen la marcha de tales acontecimientos, respectivamente.

Ciudades de Agartha


Agartha estaría formada por varios continentes, océanos, montañas y ríos. Shamballa es su capital. Habría unas cien colonias subterráneas debajo de la Tierra, menos una bastante cerca de la superficie. Estas ciudades subterráneas han sido conocidas como la "Red de Agartha". Sus costumbres varían, pero siguen una estructura de vida común orientada espiritualmente en las enseñanzas de Melquisedec. La media de la población de estas ciudades sería de quinientos mil, pero Telos (una de las ciudades de Agartha) bajo el Monte Shasta (Norte de California) tendría 1,5 millón de habitantes.

Habitantes


Al parecer existen diversas razas en Agartha, y los seres que la habitan pueden variar mucho en el aspecto, por ejemplo, por un lado, siempre según Helena Blavatsky, los habitantes de Agartha vendrían del continente de Gondwana, ahora desaparecido; gracias a las mediciones de las mareas realizadas por medio del Candelabro de los Andes, éstos comprendieron que una catástrofe estaba por azotar su tierra, y se refugiaron en inmensas galerías subterráneas iluminados por una particular luz que haría brotar las semillas, llevando consigo el bagaje de sus antiguos conocimientos.

En cambio, en los textos citados en "El hueco de la tierra, mito o realidad", escrito por Brad Steiger, se habla de «los más Ancianos», una antigua raza que pobló la tierra millones de años atrás y luego se movió bajo tierra. Steiger escribe: «'Los más Ancianos', una raza inmensamente inteligente y científicamente avanzada, ha elegido estructurar su propio ambiente bajo la superficie del planeta y fabricar allí todas sus necesidades». «Los más Ancianos son homínidos, extremadamente longevos y antecesores del homo sapiens por más de un millón de años. Los más Ancianos permanecen generalmente a distancia del mundo superficial, pero de vez en cuando se han sabido ofrecer para aportar crítica constructiva». 

En una parte de "El dios humeante" escrito por Willis George Emerson, sin bien coincide con la longevidad de estos habitantes, gente que vivía entre 400 y 800 años, a diferencia de los homínidos, éstos tendrían una altura de más de 3,66 m. Todas las teorías coinciden en que su tecnología científica es muy avanzada y que podrían trasmitirse sus pensamientos unos a otros. 

Entradas

Las entradas hacia las galerías que llevan a Agartha estarían ocultas y se encontrarían en lugares estratégicos y aislados para impedir el acceso a visitantes externos. Muchas se encontrarían escondidas debajo de las aguas de los océanos, lagos, o en pendientes de alta montaña. Habría algunas también en el Brasil, en la selva que arropa al Río Amazonas (las cuáles estarían vigilados por «indios nada amistosos»), en Siberia, o en el Desierto de Gobi.



De hecho, se encontraría una entrada aún virgen a pocos metros de profundidad entre las piernas de la Esfinge de Guiza, en Egipto y una entrada en Ecuador en la cueva de los Tayos

Relatos

Se pueden leer diversos «relatos» de gente común, militares, pescadores etc. que afirman haber estado o haber tenido experiencias en Agartha. 

Almirante Richard E. Byrd 

En 1947 este militar de la Marina de los Estados Unidos voló al Polo Norte y en lugar de ir sobre el polo realmente habría entrado en la Tierra interna. En su diario habla de entrar en el interior hueco de la Tierra junto con otros y de viajar 1.700 millas sobre montañas, lagos, ríos, vegetación verde y vida animal. Dice haber visto monstruosos animales parecidos a los mamuts de la antigüedad moviéndose entre la maleza. Finalmente encontró ciudades y una próspera civilización. 

Al final su avión fue saludado por máquinas voladoras de un tipo que nunca había visto antes. Le acompañaron a un lugar de aterrizaje seguro y fue saludado por emisarios de Agartha. Después de descansar, él y su tripulación fueron llevados a conocer al Rey y la Reina de Agartha. Le dijeron que le habían permitido entrar en Agartha por su alta moral y carácter ético. Continuaron diciendo que desde que los Estados Unidos habían arrojado las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, habían estado muy preocupados por su propia seguridad y supervivencia. Habían decidido que era el momento de tener un mayor contacto con el mundo exterior para asegurarse que la Humanidad no destruiría ese planeta y su civilización con él. Cuando su visita terminó, el almirante Byrd y su tripulación fueron guiados en su avión de vuelta al mundo exterior, habiendo cambiado sus vidas para siempre. 

En enero de 1929, el Almirante Byrd dirigió una expedición al Polo Sur. Según su relato, en esa expedición él y su tripulación penetraron 2.300 millas en el centro de la Tierra. El Almirante Byrd declara que los Polos Norte y Sur son sólo dos de las muchas aberturas al centro de la Tierra. El Almirante también declara que la Tierra interna tiene su propio sol. La teoría de Byrd es que los polos de la Tierra son cóncavos, en vez de convexos, y así, los barcos y aviones pueden navegar o volar hacia dentro. 

Olaf Jansen 

De origen nórdico, junto a su hijo, en su pequeño bote de pesca, intentaron encontrar la tierra más allá del Viento del Norte, de la que habían oído hablar. Una tormenta de viento les llevó a través de una apertura polar y al interior hueco de la Tierra. Allí pasaron dos años y al regresar a través de la apertura del Polo Sur, el padre perdió su vida cuando un iceberg se rompió en dos y destruyó el bote. El hijo fue rescatado, pero cuando contó su increíble historia, lo metieron en una prisión para dementes porque nadie le creía. Después de ser liberado y de pasar 26 años como pescador se mudó a los Estados Unidos. A sus noventa años hizo amistad con el escritor W. G. Emerson y le contó su historia. En su lecho de muerte dio a Emerson mapas que había hecho en el interior de la Tierra junto con un manuscrito relatando sus experiencias.


Habló de la larga vida de su población, de su tecnología científica avanzada, de que podían trasmitirse sus pensamientos unos a otros, etc. También afirmaba que éstos fabrican platillos volantes que son operados por su poder superior que se saca del electromagnetismo en la atmósfera. El entonces anciano decía que la Tierra es cóncava y que una humanidad vive en el interior del globo. 

Robert Stacy Judd 

Este arqueólogo californiano, habla de haber estado en el estado de Yucatán (México) y haber entrado en Cueva de Loltun con un grupo de seis investigadores. Descendieron muy adentro en las profundidades de la Tierra y se perdieron. Preocupados, cuando de pronto, desde lo más profundo llegó a ellos una luz. La luz se convirtió en una antorcha llevada por un viejo ermitaño ciego que les dijo que les había visto con la clarividencia y sabía que estaban perdidos y les llevó de vuelta a la superficie de la Tierra. Los hombres estuvieron muy agradecidos y preguntaron al ermitaño que donde vivía. El eremita les dijo que la cueva era su hogar y que salía a la superficie cada unos cuantos meses. Cuando le preguntaron como sobrevivía, como encontraba comida y agua para beber, dijo que le cuidaban los amigos que vivían en la hermosa ciudad interior en las profundidades de la Tierra. 

Este antiguo marqués de origen francés, cita en un libro llamado "Misión de la India en Europa", que en el año 1885 recibió la visita del príncipe afgano Hardij Schripf, acompañado de dos misteriosos personajes, "enviados, decían, por el Gobierno Universal Oculto de la Humanidad, los cuales le revelaron la existencia del Agartha y su organización espiritual y política...". 

Un único ejemplar sobrevivió y fue conservado por el hijo de Saint-Yves, que más tarde regaló al místico Papus (médico y ocultista francés de origen español, gran divulgador del ocultismo, y fundador de la moderna Orden Martinista).

Según se pudo saber, se citaba alguno de los siguientes párrafos: "...Varios millones de dwijas (dos veces nacidos) y de yoguns (unidos en Dios) forman el círculo grande o, mejor dicho, el hemiciclo. Por encima de ellos, caminando hacia el Centro, se encuentran cinco mil pundits-pandavas (sabios), algunos de los cuales se ocupan de la enseñanza propiamente dicha, y los demás, de la Policía interior o de las Cien Puertas... Su número de cinco mil corresponde al de las raíces de la lengua védica.

Después de los pundits, vienen distribuidos en grupos, las circunscripciones o territorios solares de los 360 bagawandas o cardenales.

El círculo más elevado y más cercano al misterioso Centro se compone de 12 miembros que representan la iniciación suprema.

Por encima de ellos no hay más que el triángulo formado por el Soberano Pontífice, el Brahmatma, soporte de las almas en el "Espíritu de Dios", y sus dos asesores: el Mahatma, representando el Alma Universal, y el Mahanga, símbolo de toda la organización material del Cosmos.... ".

Agharta, que en idioma sánscrito significa Comunidad o Comarca Suprema. Saint-Yves dijo que "se encontraba ubicada en el Desierto del Gobi, o sea en pleno corazón del Asia. "...En la superficie de la Tierra y en sus entrañas, la existencia real de Agartha se dedica a la vigilancia y a la evitación de la violencia de la profanación. Sin hablar del continente americano, cuyos subsuelos ignotos le pertenecieron en tiempos muy lejanos. En Asia sólo unos 1.000 millones de hombres conocen más o menos de su existencia y su grandeza".