LA ATLÁNTIDA. REFERENCIAS HISTÓRICAS

En la Antigüedad


Se conservan algunos párrafos de escritores antiguos que aluden a los escritos de Platón sobre la Atlántida. Estrabón (geógrafo e historiador griego), en el siglo I a. C., comparte la opinión de Posidonio (político, astrónomo, geógrafo, historiador y griego. 135-51 a. C.) de que el relato de Platón no era una ficción

Un siglo más tarde, Plinio el Viejo (escritor latino, científico, naturalista y militar romano) señala en su Historia Natural que de dar crédito a Platón, el océano Atlántico se llevó en el pasado extensas tierras. 

Plutarco (historiador, biógrafo y ensayista griego), en el siglo II, menciona los nombres de los sacerdotes egipcios que habrían relatado a Solón (poeta, reformador y legislador, uno de los siete sabios de Grecia) la historia de la Atlántida: 

Sonkhis de Sais 
Psenophis de Heliópolis

Crantor (340-290 a. C.), filósofo de la Academia platónica, viajó a Egipto y pudo ver las estelas en que se hallaba escrito el relato que escuchó Solón. Otros autores antiguos y bizantinos como Teopompo, Plinio, Diodoro Sículo, Claudio Eliano y Eustacio, entre otros, también hablan sobre la Atlántida, o sobre una civilización atlántica.

En el Renacimiento


En la Edad Media la historia de la Atlántida no llamó mucho la atención. En el Renacimiento, la leyenda fue recuperada por los humanistas, quienes la asumirán como vestigio de una sabiduría geográfica olvidada  o como símbolo de un porvenir utópico. El escritor mexicano Alfonso Reyes Ochoa afirma que Colón pudo haber estado influido por la leyenda Atlántida y ve en voz náhuatl (un idioma de origen azteca) / atl (agua) un indicio de vínculo entre aztecas y atlantes. 

Durante los siglos XVI y XVII, varias islas (Azores, Canarias, Antillas, etc.) figuraron en los mapas como restos del continente perdido. En 1626, el filósofo inglés Francis Bacon publica La Nueva Atlántida, utopía en pro de un mundo basado en los principios de la razón y el progreso científico y técnico. 

En España, en 1673, el cronista José Pellicer de Ossau identifica la Atlántida con la península Ibérica, asociando a los atlantes con los misteriosos Tartessos.

Mapa del imperio atlante. De Atlantis: The Antediluvian World, de Ignatius Donnelly, 1882.       
       

Ignatius Donnelly


Es en segunda mitad del siglo XIX, que la historia de la Atlántida adquiere la fascinación que provoca hasta hoy en día. En 1869, Julio Verne escribe Veinte mil leguas de viaje submarino, novela que describe un encuentro con personajes de los restos de una sumergida Atlántida. Tiempo después, en 1883, Ignatius Donnelly, congresista norteamericano, publica Atlántida: El Mundo Antediluviano. En dicha obra, a partir de las semejanzas que aprecia entre las culturas egipcia y mesoamericana, hace converger, una serie de antecedentes y observaciones que lo llevan a concluir que hubo una región, desaparecida, que fue el origen de toda civilización humana (difusionismo) y cuyo eco habría perdurado en la leyenda de la Atlántida.

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