RELIGIONES INDIAS. EL SIJISMO Y GURÚ NANAK

-->          

El sijismo es una religión india fundada por Gurú Nanak (1469-1539), que se desarrolló en el contexto del conflicto entre las doctrinas del hinduismo y del islamismo durante los siglos XVI y XVII. 

Gurú Nanak

Desde pequeño se sintió atraído por la religión. Abandonó su casa y anduvo por toda la India. En este periodo conoció a Kabir, el poeta místico más venerado de la India, un santo reverenciado por muchos hindúes y musulmanes. Tras cuatro viajes a Tíbet, Sri Lanka, Bengala, La Meca y Bagdad, Gurú Nanak predicó a hindúes y musulmanes, captando así a un grupo numeroso de discípulos (sijes). 

Enseñanzas: La religión debería ser un medio de unión entre los seres humanos pero, en la práctica, esta parecía enfrentar a las personas. Lamentaba de forma especial el enfrentamiento entre hindúes y musulmanes, así como las prácticas de carácter ritual que apartaban al ser humano de la búsqueda de Dios. Su intención era llegar a una realidad más allá de las diferencias superficiales entre las dos religiones. De ahí su primera y famosa enseñanza «na ko hindú, na ko musalmán» (no hay hinduistas, no hay musulmanes). 

Doctrinalmente se apoya en un hecho básico: la autoridad del Dios único, el Creador. Gurú Nanak llamó a Dios el "Nombre Verdadero" porque quería evitar el uso de un nombre concreto. El Nombre Verdadero, aunque pueda llamarse de diferentes maneras es, esencialmente, el Dios único, soberano y omnipotente

Gurú Nanak se opuso al sistema de castas, pero conservó el concepto hindú de maya (‘ilusión’). El mundo se nos manifiesta como si fuera real, pero la auténtica realidad es solo la de Dios. El mundo material es una ilusión que impide a muchos seres humanos, abandonados a los placeres materiales, ver la realidad auténtica y única de Dios. La fe sij conserva la creencia hindú en la reencarnación, pero considera que el ser humano puede liberarse del ciclo de reencarnaciones mediante la virtud, que le permite alcanzar la morada del amor de Dios.

El Gurú granth sahib, el libro sagrado


Los seguidores de Gurú Nanak le llamaban el "gurú" (maestro). Antes de su muerte, designó a un nuevo gurú como sucesor. Este procedimiento de designación continuó hasta que el décimo gurú, instituyó el culto sij en el año 1699, dotando a los sijes de una identidad como religión independiente y designó al libro sagrado Gurú Granth Sahib como undécimo y definitivo gurú a perpetuidad. La autoría del texto sagrado sij corresponde a los gurúes empezando por el quinto, Gurú Arjan, que en 1604 comenzó la redacción del texto sagrado. El libro original se guarda en el Templo Dorado (en la imagen), pero existe una copia en cada templo. A cada ejemplar se le trata como si fuera una persona viva, acostándolo en una cama en el templo cada noche y abanicándolo. 

Creencia en un solo Dios

Se cree en un dios panteísta, es decir el Universo, la naturaleza y Dios son equivalentes. La ley natural, la existencia y el universo (la suma de todo lo que fue, es y será) se representa por medio del concepto teológico de "Dios". La primera frase de todas las escrituras sijes son dos palabras, que reflejan la base de las enseñanzas: Ik Onkar (‘hay un solo dios’), en idioma panyabí, aunque tiene su origen en el término sánscrito "eka omkara" (un solo sonido om), siendo:
  • eka: "uno" 
  • om, mantra que representa al Brahman (el dios no-persona del hinduismo) 
  • kara: "letra"
Las enseñanzas de los Diez Gurús sijes

Las enseñanzas de los Diez Gurús sijes (así como también la de otros sabios hindúes y musulmanes) están contenidas en el Gurú-granth-sahib:
  • Ver a Dios en cada uno; entender y practicar la igualdad entre todas las razas independientemente de la casta, la religión, el color, el género, etc; 
  • Recordar a Dios todo el tiempo. Ser primordial, virtuoso, misericordioso, generoso, valiente y creador de todo.
  • Valorar y respetar los ideales positivos, como la verdad, la compasión, la alegría, la humildad, el amor, etc. (que son reflejos de las características de Dios). 
  • La supresión de los males internos como la lujuria, la ira, la codicia, el apego material, el egoísmo, etc. (reflejos de las características del Antidiós). 
  • El varón debe llevar una vida productiva, honesta y pacífica como cabeza de familia; trabajar diligentemente mientras mantiene la imagen de Dios dentro de sí. 
  • Practicar o participar en el servicio desinteresado (sewa), ayudar a construir una vida comunitaria de amor, y contribuir con la sociedad siempre como sea posible. 
  • Estar preparado para proteger y representar los derechos de los débiles para luchar por la justicia y la equidad. 
  • Aceptar la voluntad de Dios, y centrarse y mantener un espíritu positivo y optimista.