MÚSICA Y ARMONÍA DE LAS ESFERAS




La armonía de las esferas es una antigua teoría de origen pitagórico, basada en la idea de que el Universo está gobernado según proporciones numéricas armoniosas y que el movimiento de los cuerpos celestes según la representación geocéntrica del Universo (el Sol, la Luna y los planetas) se rige según proporciones musicales; las distancias entre planetas corresponderían, según esta teoría, a los intervalos musicales.


La expresión griega harmonia tou kosmou se traduce como "armonía del cosmos" o "música universal"; la palabra armonía se entiende aquí por las buenas proporciones entre las partes y el todo, en un sentido matemático pero también "esotérico", según el misticismo pitagórico. La palabra música (mousikê) hace referencia a "el arte de la Musas" es decir, a "la cultura del espíritu artístico o científico". El término "esferas" es de origen aristotélico y designa la zona de influencia de un planeta.

En los textos antiguos la teoría tiene diversos enfoques:

En un primer tiempo, la «música celeste» está compuesta de una escala ascendente o descendente que procede por grados según la posición de cada nota dentro de una escala musical, y en la cual los intervalos (diferencia de altura -frecuencia- entre dos notas musicales) se definen por las distancias entre los planetas. Así, en Plinio el viejo (Historia Natural), la distancia Tierra-Luna está evaluada en un tono (Cualidad de los sonidos que depende de su frecuencia y permite clasificarlos como graves o agudos), y los planetas se escalonan según una gama ascendente (escala musical; sucesión ordenada consecutivamente de todas las notas de un entorno sonoro particular).

Un segundo tipo de teoría propone igualmente una gama que procede por intervalos de un semitono (cada una de las dos partes en que se divide el intervalo de un tono.), o de un tono, y en la cual los intervalos entre los planetas se definen por la velocidad relativa de los planetas

El tercer tipo de armonía de las esferas se debe a una interpretación del conocido pasaje del Timeo, en el que Platón describe la fabricación de las proporciones del Alma del Mundo por el Demiurgo. Describe un orden de ocho círculos u órbitas: estrellas fijas, Saturno, Júpiter, Marte, Mercurio, Venus, Sol, Luna, que se distinguen por su rango de distancias, su color y la velocidad de revolución. La unidad de medida, según Platón, es el intervalo Tierra/Luna. Esta serie del «Alma del mundo» (1, 2, 3, 4, 9, 8, 27) representa las distancias de los planetas a la Tierra, medidas en razón de la distancia de la Luna a la Tierra tomada como unidad. De esta serie, se pueden extraer relaciones numéricas sobre las cuales se basan los intervalos musicales.

Historia


Se atribuye a Pitágoras el descubrimiento de la relación entre el tono de la nota musical y la longitud de la cuerda que lo produce, y que los intervalos entre las frecuencias de los sonidos armoniosos forman razones numéricas simples. Pitágoras propone que el Sol, la Luna y los planetas emiten un único zumbido basado en su revolución orbital, y que la cualidad de la vida en la Tierra refleja el tenor de los sonidos celestiales que son imperceptibles para el oído humano.

La representación pitagórica del universo como una armonía tuvo tanto éxito en la Antigüedad, que el filósofo romano Boecio, al comienzo de su Institution Musicale , la incluye como una de las tres partes de la música, en su tripartición entre música mundana (música del mundo, o armonía de las esferas), música humana (música del hombre, es decir, armonía interior que une las partes del alma y los elementos del cuerpo) y musica in instrumentis (música instrumental). 

  Sinfonías de los Planetas de la NASA Voyager 2


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