DEL POLITEÍSMO Y LA IDOLATRÍA AL CULTO A YAHVÉ


A veces, los israelitas utilizaban el término "El" para referirse al dios Yahveh, porque era el término con que se denominaba a Dios. Otras usaban la variante Elohim. La palabra "El" significa dios, poderoso, fuerte, pero también ídolo. A su vez, Elohim es el plural de Dios (dioses). Algunos judíos y cristianos consideran que este término es mayestático (es decir, símbolo de majestad de la divinidad), de manera que cuando Elohim se aplica al dios Yahveh significaría "el fuerte", o "ser poderoso" .

Tras salir de Egipto y en el desierto, a los hebreos no les resultaba fácil abandonar el modo de vida pagano que durante decenios habían practicado allí. Por eso, ante cualquier dificultad los hebreos volvían al culto anterior al toro-becerro El.

Hizo de ello un becerro de fundición. Entonces ellos dijeron: ¡Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto!». Cuando Aarón vio esto, edificó un altar delante del becerro y proclamó: «¡Mañana será un día de fiesta dedicado a Yahvé!. Éxodo 32:4-5

Una vez en la tierra prometida (Canaán), los israelitas fueron afianzando su culto a Yahvé hasta que pudieron consolidarlo en la época del rey David (siglo XI a. C.). Posteriormente (durante el reinado de su hijo Salomón) el "pueblo elegido" consiguió vivir bajo la ley del dios Yahvéh. La paz se había afianzado y los habitantes vivían en cierta prosperidad. Pero tiempo después la mayor parte de las tribus volvieron al culto al becerro-toro El. La Biblia refleja ese episodio:

El rey Jeroboam (s. X a. C.) hizo dos becerros de oro y dijo al pueblo: Y habiendo tenido consejo, hizo el rey dos becerros de oro, y dijo al pueblo: Bastante habéis subido a Jerusalén; he aquí tus dioses, oh Israel, los cuales te hicieron subir de la tierra de Egipto. (1.º Reyes 12:28).

Se puede apreciar la facilidad con que se pasaba del culto al Dios Yahvé hacia el culto del becerro-toro, o sea el dios El. 

Seguir el culto al dios Yahvé exigía esforzarse para lograr una comunidad de hermanos, donde se defienda a los más débiles y prime la justicia. De esa manera se lograría la felicidad general y Yahvé, se encargaría de darles prosperidad y tranquilidad en sus fronteras: Del rey que juzga con verdad a los pobres, El trono será firme para siempre. Proverbios 29:14 

Por su parte los no hebreos basaban su vida los dioses materiales a los que se rendía culto para obtener bienes y riqueza y para conseguirla podía utilizarse el comercio engañoso (propio de los pueblos cananeos). La mentira y el saqueo se transformó en una práctica común.

Canaán tiene en su mano balanzas engañosas, es amigo de hacer fraude (Oseas 12:8-9)