QUE SON LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES



EL LIBRO DE LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES

El Evangelio de Lucas y el Libro de los Hechos de los Apóstoles son las dos partes de una obra con un único autor.

La expansión del cristianismo

El Libro de los Hechos de los Apóstoles que constituye la segunda parte de esta obra iniciada con el Evangelio de Lucas, describe la expansión de la  Buena Noticia (del griego koiné) desde Jerusalén hasta Roma, capital del Imperio y centro del mundo conocido. El libro narra alguno de los episodios más significativos de esta expansión, y sirven para mostrar que el cristianismo tiene un proyecto universal. Se puede dividir en cuatro partes: 

La primera parte, después de un prólogo en que se dirige al destinatario de la obra, Teófilo (Obispo de Antioquía), recoge las últimas instrucciones que Jesús resucitado dio a los apóstoles, la Ascensión, el retorno de los apóstoles a Jerusalén y el episodio de la elección de Matías como sucesor del apóstol Judas Escariote.

La segunda parte comienza con la venida del Espíritu Santo y el nacimiento de la Iglesia, y se centra en el desarrollo de la comunidad judeocristiana de Jerusalén. Acaba con la persecución en ésta ciudad y la muerte de Esteban, primer mártir de la Iglesia (quien en la comunidad cristiana de Jerusalén, se encargaba de atender las necesidades de las viudas y los pobres).

En la tercera parte, se narran los orígenes y el desarrollo de la comunidad cristiana de Antioquía. Destaca el episodio de la conversión de Saulo, el futuro apóstol Pablo.

La cuarta parte narra la misión de la Iglesia de Antioquía entre los paganos, llevada a cabo por Pablo en diversas fases. Al principio de esta parte destaca el llamado Concilio de Jerusalén, en que se resuelven las diferencias entre las comunidades cristianas de origen judío y las de origen griego. El libro termina con el último viaje de Pablo, cuando es conducido preso a Roma.


La conversión de Pablo

Entre los perseguidores de los discípulos de Jesús se encontraba Saulo un joven judío nacido en Tarso (en la actual Turquía) que disfrutaba de la ciudadanía romana. Había estudiado la Ley judía, pero para él no había suficiente con cumplirla, sino que también era importante hacerla cumplir y castigar a los que no lo hacían.

El Libro de los Hechos de los Apóstoles narra que en plena campaña de persecución contra los cristianos, camino de Damasco, Saulo quedó deslumbrado por una luz que le cegó, cayó a tierra y escuchó la voz de Jesucristo, que le invitaba a reflexionar y a cambiar de actitud, explicándole que era Él a quien perseguía cuando buscaba a los cristianos para encarcelarlos.

Hechos 9:3-7: Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? El dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer. Y los hombres que iban con Saulo se pararon atónitos, oyendo a la verdad la voz, mas sin ver a nadie.

Saulo quedó ciego hasta que llegó Damasco; allá salió a su encuentro un discípulo llamado Ananías, enviado por el Señor para imponerle las manos, hacerle recobrar la vista, y que se llenase del Espíritu Santo.

Hechos 9:17 Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo.

El Señor quería que Saulo fuese el escogido para dar testimonio de Jesucristo resucitado a todas las naciones. Una vez bautizado, el futuro apóstol Pablo (cuando comienza a predicar a los no judíos, Saulo adopta el nombre romano de Pablo) pasó de ser perseguidor de cristianos a convertirse en uno de los difusores más importantes del cristianismo, predicando que Jesús es el Hijo de Dios.

Saulo y Ananías

Saulo es la forma griega del nombre hebreo Saúl, primer rey de los israelitas; por tanto, con este nombre se nos está informando que este personaje representa la tradición religiosa del pasado. El cambio del nombre de Saulo a Pablo pretende dejar claro que se ha producido un renacimiento, abandonando la antigua creencia y abrazando la nueva fe.

Ananías significa "el Señor se ha apiadado". Él es el instrumento que Dios utiliza en la conversión de Pablo.

La acción misionera de los apóstoles

La última parte del Libro de los Hechos de los Apóstoles narra la misión de evangelización de la Iglesia de Antioquía, de las personas no judías de diversos territorios del Imperio Romano, llevada a término por Bernabé y sobre todo por Pablo.

En una primera fase la Buena Noticia se anuncia por tierras de Chipre, Síria y Asia Menor; más tarde, por Macedonia y Grecia, y finalmente, por Roma, capital del Imperio.