LA ACCIÓN DEL ESPÍRITU SANTO EN LA BIBLIA



EL ESPÍRITU SANTO COMO POTENCIA O FUERZA

EL SOPLO DE DIOS

El libro del Génesis menciona varias veces el "espíritu de Dios" o el "aliento de Dios". Para el judaísmo se trata de una cualidad de Dios, no de un ser autónomo pero para la teología cristiana estas son las primeras intervenciones del Espíritu Santo en la historia bíblica. En el relato de la creación del mundo en Génesis 1:1-2 se dice que:

En el principio creó Dios los cielos y la tierra. 
Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.

Según los teólogos cristianos esta frase expresa la idea de una actividad divina actuando sobre el caos posterior a la separación de los cielos y la tierra y alude al poder creador y formador del Espíritu Santo. 

Sin embargo, la palabra hebrea traducida por "espíritu" puede significar también "viento", "soplo" o "aliento" por lo que otros autores han traducido este pasaje como "un viento de Dios aleteaba por encima de las aguas" o incluso "un fuerte viento iba y venía sobre las aguas".

Este relato culmina con la creación de Adán. Dios modela su cuerpo del barro e insufla en su rostro el "aliento de la vida" Génesis 2:7: 

Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.

Este "aliento de vida" alude a la cualidad animadora del Espíritu. En el Libro de Job versículo 33:4 éste afirma:

El espíritu de Dios me hizo, 
Y el soplo del Omnipotente me dio vida.

EL DEDO DE DIOS

Los intérpretes cristianos de la Biblia también identifican al Espíritu Santo en la expresión "dedo de Dios", que aparece en el Antiguo Testamento. Las tablas de la ley, por ejemplo, fueron escritas por el "dedo de Dios". Éxodo 31:18:

Y dio a Moisés, cuando acabó de hablar con él en el monte de Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de Dios.

Aparece también en el Nuevo Testamento Lucas 11:20 en relación con la expulsión de demonios:

Mas si por el dedo de Dios echo yo fuera los demonios, ciertamente el reino de Dios ha llegado a vosotros.

ACCIÓN EN LA SABIDURÍA

El Espíritu Santo tiene unas facultades purificadoras, habitando en la sabiduría y siendo la misma sabiduría como un reflejo de la actividad de Dios que aparece con detalle en el Libro de Sabiduría 22-23:

"Hay en la sabiduría un espíritu inteligente, santo, único, multiforme, sutil, móvil, lúcido, puro, claro, inofensivo, amante del bien, penetrante, independiente, bienhechor, amigo del hombre, firme, seguro, tranquilo, que todo lo puede y a todo está atento, que penetra en todos los espíritus, los inteligentes, los puros y los más sutiles."