ORACIÓN DEL PADRE NUESTRO. HISTORIA Y ANÁLISIS



El Padrenuestro es la oración cristiana común de las confesiones mayoritarias: para los católicos y los protestantes es el modelo de oración cristiana y para los ortodoxos, la oración más perfecta.

El Padre nuestro en la Iglesia primitiva

En la Iglesia primitiva el rezo del Padre nuestro estaba reservado para el momento más alto de la celebración que posteriormente el catolicismo llamaría misa. Le precedían fórmulas que indicaban respeto, y que han sido heredadas por ejemplo en la liturgia de la Iglesia oriental, en la que se dice como introducción a la oración: "Dígnate, oh Señor, concedernos que gozosos y sin temeridad, nos atrevamos a invocarle a ti, Dios celestial, como a Padre, y que digamos: Padre nuestro...". En la liturgia romana primitiva el sacerdote antes de la oración decía: "nos atrevemos a decir...", reconociendo la audacia de repetir palabras consideradas tan santas.

El Padre nuestro en la Biblia

En los dos evangelios, es Jesús quien enseña el Padrenuestro a sus discípulos para indicarles el modo correcto de orar. La rígida religiosidad judía tenía ritos y oraciones muy precisos, por lo que la relación con el Altísimo era un asunto delicado Le piden a Jesús que les enseñe el modo correcto de dirigirse a Dios, pues para ellos, sólo una persona muy cercana a Él podría conocer la manera correcta de hablarle.

Con la oración que les enseña, Jesús trata de romper con las actitudes que alejaban al hombre de Dios, y busca la sencillez que facilite el diálogo con el Absoluto al que llamó Padre. El Padre nuestro se divide en dos partes: La primera está relacionada con Dios: con su nombre, su reino y su voluntad. La segunda está relacionada con las necesidades humanas: El alimento, el perdón y la protección.


Relato de Lucas

En el evangelio de Lucas el Padre nuestro aparece en la sección del viaje a Jerusalén: En el relato Jesús estaba orando solo en "cierto lugar", por lo que nadie se atrevía a interrumpirlo, y cuando terminó uno de sus discípulos le pidió que les enseñara a orar, como también Juan el Bautista enseñó a sus discípulos. A continuación, Jesús les explica el Padrenuestro, en una versión más corta que la de Mateo y que contiene sólo cinco peticiones. Lucas 11:2-4:

"Padre, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben y no nos dejes caer en tentación.


Relato de Mateo

La oración aparece en el contexto del Sermón de la montaña. Jesús había comenzado ya su vida pública; ya era un conocido predicador y reunió a mucha gente que quería recibir sus enseñanzas. Decidió subir a un monte para que todos pudieran escucharle; una parte importante de las enseñanzas cristianas se basa en este pasaje evangélico: las bienaventuranzas (Mateo 5:1-12), o la comparación de los discípulos con la luz del mundo (Mateo 5:14-16), entre otras enseñanzas fundamentales.

El contexto en el que Jesús expone el Padrenuestro es el del reproche hacia tanto a judíos como gentiles, que han convertido la oración, como la limosna, en un hábito meramente externo. Mateo 6:5-8:

"Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis."

Jesús recomienda orar en secreto y con sencillez, y les ofrece el Padrenuestro como ejemplo de oración sencilla para dirigirse al Padre. Mateo 6:9-13:

"Vosotros, pues, oraréis así: 

"Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén."