OSIRIS, DIOS DE LA NATURALEZA

Este dios del Antiguo Egipto vinculado a la constelación de Orión, experimentó la muerte y fue esposo de Isis. Osiris era un rey-dios (quizá el recuerdo idealizado de un gobernante o un dios arcaico de la fertilidad) a quien se le atribuía el haber dado a Egipto su civilización.

Su resurrección, ocurrida en el Más Allá, le impidió en lo sucesivo el contacto con la Tierra. Él lleva la esperanza a los difuntos de poder participar de un destino inmortal igual que el suyo...

Hijo mayor del dios Geb (dios de la Tierra) y Nut (diosa del Cielo), Osiris era el dios de la Naturaleza, encarnación de la vegetación, que moría al madurar las cosechas para renacer al germinar los granos. Más tarde fue adorado como dios de los muertos, llegando a ocupar el primer puesto en el panteón egipcio.


Víctima de Set

Tenía un hermano malvado, Set, que asesinó a Osiris, celoso de la devoción que sentían los súbditos egipcios hacia este último. Al final, el rey asesinado resucitó gracias a la perseverancia de su esposa Isis, que recorrió la Tierra recogiendo los miembros mutilados de su cuerpo, salvo el falo, que dicen fue tragado por un pez voraz del Nilo, el oxirrinco. 

La venganza de su hijo Horus

Su hijo, Horus, vengó posteriormente la muerte venciendo a Set y arrebatándole el gobierno de la Tierra. Según el mito, todos los faraones gobernaban en este mundo como Horus en las primeras dinastías. Cuando morían se convertían en Osiris y gobernaban el mundo de ultratumba.

La resurrección de Osiris

En Abydos, cuya necrópolis contiene la tumba de Osiris, hay un extraordinario bajorrelieve con una escena de resurrección en la que el artista ha expresado admirablemente en la materia lo que está escrito en el Libro de los Muertos. La escena representa la resurrección del faraón Seti I: el rey está extendido sobre su tumba; Isis permanece en pie a su derecha, y Horus a su izquierda, mientras el buitre Mut ha replegado sus alas y mira fijamente el rostro del rey...


... porque por la noche, el faraón va a hacerse eterno. Se despertará, como lo hizo en otro tiempo Osiris, no bajo el espíritu-fantasma, sino en medio de una total resurrección del cuerpo, porque los dioses han reparado los miembros de Osiris, sujetando su cabeza a sus huesos, y han vuelto a colocar su corazón en el pecho.

Osiris y la fuerza vital

Para los egipcios, Osiris representaba la actividad vital universal, ya sea espacial o terrestre, y, bajo la forma visible de un dios, desciende al mundo de los muertos para prometerles la regeneración y, finalmente, la resurrección en la gloria osiríaca. Porque todo muerto es un germen de vida en las profundidades del cosmos, lo mismo que un grano de trigo lo es en el seno de la tierra.